Nos hemos visto toda la serie en 10 días. Sin pausa. Sin más descansos que los estrictamente necesarios. Sin aliento. Sufriendo y enfadándonos con Walt. Hemos empezado casi sin hacerle caso a Jesse y hemos acabando gritándole que se centre, casi lo hemos adoptado. Nos hemos reído del tío del sombrero y también le hemos tenido mucho miedo. Hemos comprendido que la mosca simplemente no puede estar ahí.
Ahora nos hemos quedado solos. Por eso necesitamos este libro, nos negamos a que la meta azul abandone nuestras vidas.